sábado, septiembre 26, 2009

Escribir

Comencé a escribir en el pensamiento. La insistencia del hilo literario fue un emisario que se involucró con la exigencia retórica, que nada tiene que ver con los párrafos que susurra la historia y que sigo como único lector. Ésta insiste ser leída en letras y me adhiere a su trazo invisible y real. Las palabras convierten el agua en vino, todo puede ser convertido en arca.

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En el trópico de la escasez, ningún negocio supera al viento.