miércoles, junio 17, 2009

La culpa es de Platón.

Las reiteraciones, la falta de sorpresa en los discursos. Platón echando a los poetas de la República, deshumanizando el arte por errático, por paradigma de emociones, por no buscar la verdad. El arte en pugna con la filosofía. El arte, subordinado a los locos del pueblo, acecha como fantasma que niega ser excluido de la escena pública, el eterno retorno de la reivindicación. En calidad de subversivo, en permanente confrontación política; institución y sensibilidad. Se desgasta en el esfuerzo heroico por reconstruir su estatus atávico. Los artistas invocan esta nostalgia cuyo éxito reclaman, como modus de expresión, inspiración, o como epifanías que el resto de los mortales, los que nunca se revelaron ante esa expulsión, no saben. Y los otros, los que no son artistas de facto, añoran el arte democrático que plague los paisajes que ellos no construyen, que disminuya la esquizofrenia medial de un vacío patético, información que a nadie sirve, sin expresión. Estos antihéroes disminuidos son la conciencia del pueblo, hoy el arte es político porque reestablece la voz de la sensibilidad humana, esa que Platón desterró por oponerse a la inmanente búsqueda de la verdad, hace más de tres mil años.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

NOTABLE, SIMPLEMENTE NOTABLE!!!!

7:13 p. m.  

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En el trópico de la escasez, ningún negocio supera al viento.