miércoles, abril 14, 2010

La Cuba que viene.

En Cuba no hay libertad, nadie podría negarlo. La sociedad cubana espera un cambio. Sin embargo, por la ansiedad contenida, ese cambio podría esconder un monstruo mucho más peligroso que la latencia de su estado actual.

Hablo de lo que acecha hace más de cuarenta años agazapado al otro lado de la represión, del monstruo que vive detrás de la cara de la pobreza y que espera la oportunidad de gritar bien fuerte ¡libertad! De ese fenómeno que ocultará siempre sus verdaderas intenciones. Hablo de la depredación, esa que consumirá la isla en menos de cinco años. Es fácil imaginar cómo van a explotar las turísticas ese enclave histórico en esa sociedad que va a perder todo a cambio de un candy.

Hoy el régimen se le ha ido en contra a los Castro, aquella debilidad permite la entrada de lo que pronto será un huracán. No hablo de hablar más fuerte, sino más claro. Un gobierno que no respetó los derechos humanos, cortó la libertad de expresión, la creatividad, y a cambio entregó dogmas hegemónicos y pobreza, no puede esperar fidelidad. Sobra el cuento de que es tuyo y te debemos. No te debemos. Como dice la canción.

Mi preocupación es el saqueo que vamos a presenciar sin chistar porque a todos nos parecerá normal. Veremos cómo se instalarán las grandes transnacionales y devastarán las playas con marcas. Veremos cómo Walmart cumplirá los sueños de los cubanos o quizá, un ya no cuestionado Marambio, lo intente otra vez. A todos nos parecerá normal. En menos de diez años visitaremos otra Cuba y muchos dirán, menos mal.

Mi pregunta es si lo que se desea realmente para Cuba es libertad o es la apropiación para generar lucro de cualquier tipo. Y perdonen lo perspicaz, en estos tiempos no se puede pensar de otra forma.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal

En el trópico de la escasez, ningún negocio supera al viento.