lunes, marzo 15, 2010

¿Fuerza Chile?

Muchos acontecimientos nuevos, pero el resultado quizá sea el más importante; esa inexorable vuelta a la realidad que hemos experimentado, cada día, durante la última quincena. Tremenda lección de austeridad y de que el transcurso, sólo se hace de instante en instante. La vida me la gané porque respiro, como alguien muy lúcido dijo por ahí. No existe mayor ni mejor premio que ese.

Hoy el aire anda cargado de tristeza de tanto desastre y tragedias alrededor. No sirve escribir fuerza en los vidrios del auto, lo que realmente importa es pensar, tener empatía, reflexionar e instalar la austeridad de una manera noble en nuestra hegemonía. Como las sociedades que luego de una guerra, se hacen más horizontales. Surgen desde la igualdad del sufrimiento común. De parte del gobierno o el sector privado, sólo queda entregar ayuda permanente, sin panfletos. De una vez por todas entendamos que las marcas no le interesan a nadie, que el trabajo no es una religión, que las emociones son lo único verdadero y que no se ocultan.

Esta es una ocasión para dejar el corazón sobre la mesa de disección. Es hora de hacerlo bien, de parte de quien sea.

En el trópico de la escasez, ningún negocio supera al viento.