Chile Works
La Perfección de Chileworks, y más aún la de los trainers, en esencia chicos buenos, extremadamente polite, esa clase de sujetos capaces de olvidar por completo sus pasiones y encausar rápidamente esas catedrales naturales, en pos de lo que debe ser. Moralmente plantillados, de una ética piadosa y homogénea. A esos chicos se les nota de lejos el entrenamiento, saben qué decir en todo momento versus ser absolutamente modernos. Si a eso se le agrega una tradición aristocrática, tenemos una mezcla poco recomendable si uno es todo lo contrario. Errática, insegura, dominada por las emociones, y con gran capacidad de discernir qué importa y qué no. Altruista y honesta sobretodo.
Lo que más incomoda de los chicos entrenados por Chileworks es esa bondad, esa sonrisa -a todas luces plantificada- con la que andan por la vida. Extremadamente seguros de si mismos, sin fisuras. Sus pasiones parecen no traspasar la capa más superficial de la epidermis, ni la de ellos ni la de nadie. Como un andrógino mitad hombre mitad perfección.
Son reflexivos hasta el primer estadio. La locura, lo espontáneo, lo errático, lo auténticamente irreflexivo, eso que es particular de cada cual -esos demonios que llevamos dentro- fueron anulados del mate, extirpados. Este es el gran resultado, la razón por la que pagaron lo que pagaron. Una lobotomía terapéutica alópata.
Lo bueno es que funciona, los chileworkspeoples están mejor preparados para relacionarse en empresas o con su grupo de pares. Me pregunto si alguna de las miles de personas a las que saludan a diario estos chicos y chicas les toca el alma, les conmueve, les mueve alguna fibra. Eso no lo se porque aunque podamos preguntárselos, estoy segura que la respuesta vendrá envasada y no de las vísceras como me gusta a mi.
Lo que más incomoda de los chicos entrenados por Chileworks es esa bondad, esa sonrisa -a todas luces plantificada- con la que andan por la vida. Extremadamente seguros de si mismos, sin fisuras. Sus pasiones parecen no traspasar la capa más superficial de la epidermis, ni la de ellos ni la de nadie. Como un andrógino mitad hombre mitad perfección.
Son reflexivos hasta el primer estadio. La locura, lo espontáneo, lo errático, lo auténticamente irreflexivo, eso que es particular de cada cual -esos demonios que llevamos dentro- fueron anulados del mate, extirpados. Este es el gran resultado, la razón por la que pagaron lo que pagaron. Una lobotomía terapéutica alópata.
Lo bueno es que funciona, los chileworkspeoples están mejor preparados para relacionarse en empresas o con su grupo de pares. Me pregunto si alguna de las miles de personas a las que saludan a diario estos chicos y chicas les toca el alma, les conmueve, les mueve alguna fibra. Eso no lo se porque aunque podamos preguntárselos, estoy segura que la respuesta vendrá envasada y no de las vísceras como me gusta a mi.