domingo, septiembre 30, 2007

Perder el Tiempo

Si hay algo que puede hacerse en la contemplación, es recobrar el tiempo perdido. Re-pasar los caminos alternativos del pensamiento, cambiar el punto de mira, situarse en la esquina opuesta, el ángulo impensado, lo que se pasó de largo. Las posibilidades son muchas y es necesario disponer de tiempo para este ocio, o la negación del negocio, para ser específica, y no prestarse para malas interpretaciones. Como decía, la forma de aprehender, llevar el hilo del pensamiento, estirarlo, hacerlo útil para uno mismo, es repasar las circunstancias con el tiempo detenido en esa acción, semanas, meses, sin límites, dedicados exclusivamente a pensar. Muchos maestros del oriente han descubierto nuevas interrogantes trascendentales mientras sus manos anudan durante meses, milimétricos cabos de colores en una alfombra tibetana. El hemisferio izquierda del cerebro se ocupa mientras el derecho queda liberado para pensar, protegido de preguntas técnicas y dispuesto a dejarse llevar por la voluntad de la inteligencia. La cuestión es cómo lograr un estado similar, básico para cualquier existencia, en la bullente vida santiaguina, en la oprimida cotidianeidad que se opone a perder el tiempo, oponiéndose con ello a la reflexión o al pensamiento como un viaje y solo lo recobra como un hito aislado digno de un coloquio dictado por expertos. Nadie recuerda las palabras primordiales de conócete a ti mismo sino como alusión religiosa, sin embargo, es una fuente de paz y de felicidad (estamos tras ella como ganado desbocado, sin destino) y que haría a personas consistentes, verticales, dueñas de si mismas. Nada nuevo bajo el sol, la frasecita lleva más de dos mil años dando vuelta, pero se nos olvida implementarla, no tenemos el hábito de pensar, de dejar que los pensamientos devengan libres y se acomoden con sus prioridades y traumas, de observarlos de lejos y de cerca. En cuanto nos sentimos confundidos, vamos al psicólogo y nos da algunas frases para repetir o directamente un fármaco para no pensar. Aunque no hagamos esto, es el paradigma de nuestra época. Son pocos los que se sientan a "perder el tiempo" y dejan que aparezcan las imágenes de su vida para volverlas a sentir con algunos años más, sin esperar nada más que verlas desde este ángulo y luego, en otros momentos, aparezcan también esos magníficos textos que nos hacen saborear un poco de paz. Nada como encontrar esas frases que ritman con el pulso sanguíneo de las venas de cada cual. Sin esas maravillosas certezas efímeras, no establecemos las latitudes de nuestra existencia.

miércoles, septiembre 19, 2007

Aforismos Aleatorios

La poesía es un artículo de primavera necesidad, no sabe dar puntada con hilo por lo que resulta inútil como documento de la vida real.
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El vértigo de un día hábil es directamente proporcional a la intensidad del olvido, así como la lentitud de un domingo es directamente proporcional a la intensidad de la memoria
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En el trópico de la escasez ningún negocio supera al viento.
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Víctimas del poder, refugiados en el silencio.
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Con cierta lucidez se puede terminar como Virginia Woolf, con piedras en los bolsillos.

En el trópico de la escasez, ningún negocio supera al viento.